Monumento de Beethoven     >>

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Die Bronzestatue stammt von Zumbusch im Jahre 1880.

La plaza antes anónima, localizada en el primer distrito de Viena en la calle Lothringerstrasse, recibió el nombre de Beethoven en 1904 debido al monumento a Ludwig van Beethoven que ya, desde 1880, se encontraba en este lugar. El monumento de estilo estrictamente historicista consta de un pedestal de piedra, realizado por Eduard Hauser y una estatua de bronce del compositor, realizada por Kaspar von Zumbusch, así como las alegorías que rodean el pedestal: Prometeo y Niké y nueve angelotes que representan las nueve famosas sinfonías de Beethoven.

Entre las edificaciones más significantes ubicadas en la plaza de Beethoven están: Das Akademische Gymnasium, 1863-66, de estilo neogótico (“Escuela Secundaria Académica”); el antiguo palacio Gutman, 1869-71, de estilo neorenacentista, de Carl Tietz; el edificio en el núm. 4, 1869-70 de Johann Romano y August Schwendenwein, tiene en su interior una pintura decorativa de Leopold Carl Müller.

Ludwig van Beethoven (1770-1827) compositor alemán, nació en Bonn y murió en Viena. Se le considera como el principal precursor del romanticismo en la música clásica. Su obra abarca los géneros vocal, pianístico, de cámara, concertante, orquesta y una ópera, “Fidelio”. Sobresale en su repertorio el genial ciclo de las nueve sinfonías. La música del cuarto movimiento de la novena sinfonía, basado en la Oda a la Alegría de Friedrich von Schiller, ha sido elegida como el himno de la Unión Europea. Apoyado por su mecenas, el conde Waldstein, Beethoven viajó a los 17 años a Viena, la capital europea de la música, con la intención de ser alumno de Mozart, pero debido a la gravedad de su madre y su padre en prisión por el alcoholismo, se vió obligado a volver a Bonn donde además tenía hermanos menores que mantener. Cinco años más tarde, en 1792, viajó a Viena por segunda vez, donde se quedó hasta su muerte. Como entonces Mozart ya había muerto, Beethoven estudió con Joseph Haydn y Antonio Salieri. Beethoven logró gran reconocimiento, tanto de la corte y la nobleza, como de la aristocracia. Su sordera creciente, quizás adquirida por una infección desatendida al oído desde que era niño, significó, aparentemente, su mayor sufrimiento en su vida romántica y tempestuosa, como la época y su música. Beethoven tiene una estatua en la plaza de su mismo nombre en el primer distrito en Viena y su tumba se encuentra en el Cementerio Central de Viena (Zentralfriedhof).

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